Si el viento hablara en vez de soplar fuertemente, seguro que después de su paso por Ojo de Agua algún mensaje arrimaría al resto de la comunidad de la B Nacional. Atlético está al acecho del ascenso a Primera. Está muy cerca, a sólo dos puntos de Patronato, el que parecía estar tan lejos como Tucumán de China pero que tras dos empates en fila el “patrón” perdió la iniciativa y el “decano” se le pegó atrás.

Suena a definitorio lo que sucederá dentro de dos semanas en Paraná, cuando ambos se vean las caras. Aunque primero lo primero. En el búnker albiceleste se piensa únicamente en Juventud Unida de Gualeguaychú, el visitante del fin de semana. Los 30 comensales “decanos” están al tanto de la situación, concentrados desde hoy en dar un paso más hacia la coronación tan esperada.

Y cuando se trata de entrar en la recta final hay que saber sobreponerse a los imponderables. En Mendoza, Atlético demostró que está preparado para lo que sea.

Faltó Luis Rodríguez, el goleador, pero llovieron goles. Faltó Nicolás Romat en el lateral derecho, pero surgió la sorpresiva -para los que no están al tanto de la actualidad- aparición de David Valdez, al que todos tenían, claro, como volante central y punto.

“Me sentí cómodo a pesar de que nunca había jugado oficialmente en esa posición. Lo que más me preocupaba era tener que estar pensando más en marcar que atacar”, reconoció ayer Valdez mientras observaba el partido de Atlético en la Liga. Juan Manuel Azconzábal aporta pruebas y soltando un halo de orgullo paterno. “Viene trabajando hace rato en esa posición, entonces es un aliciente para él saber que tiene una cualidad más para integrar un plantel. Y no sólo por un partido”, dice en elogio a su pupilo.

“En el grupo hay que tratar de sumar de la manera en que se pueda. Si no es de volante, lo hice lateral y lo haré de cualquier manera. No te digo al arco, pero...”, agrega Valdez, tucumano de pura cepa, que sabe que tiene que tener mil caras en este grupo si quiere ver minutos de acción.

Atlético está formado en su mayoría por futbolistas foráneos, pero Tucumán siempre está presente. Valdez es la prueba fehaciente de ello, dejando de lado por un momento a los consagrados: “Pulguita”, Guillermo Acosta y Juan Imbert.

“Nosotros entendemos que es un jugador con condiciones”, amplía su veredicto sobre Valdez el entrenador, y luego reparte los naipes para todos. “Le ha tocado jugar, le ha tocado estar afuera. Lo mismo que (Francisco) Grahl, lo mismo que (Miguel) Julio, que no arrancó jugando, y así te puedo nombrar a varios que de a poco se fueron acomodando”

“Al ser un campeonato largo, con tantas lesiones, suspensiones, uno nunca sabe cuándo puede jugar. Hay que estar muy pendiente para que cuando te toca, hacerlo bien”, explica el volante.

Se puede ver su compromiso y esta no es una palabra que se despide por la boca y sirve como pantalla a la indiferencia. Al compromiso hay que sentirlo, demostrarlo, convivir con él a diario y según Azconzábal, su plantel está empapado del concepto. “Los jugadores entienden que el secreto es el grupo y cuando las declaraciones van por la misma sintonía, las del plantel e integrantes del cuerpo técnico, indica que estamos por el camino acertado. Pero hay que seguir trabajando con mucha humildad y esfuerzo porque dentro de una semana volvemos a jugar”.